Nunca he sido un admirador del fútbol, es más, en mi vida nunca he jugado un partido. Lo mío siempre ha sido el mar de muy niño aprendí a nadar, después me cautivo el buceo, la caza submarina y la apnea. Este domingo me llamo una buena amiga para invitarme a un asado en su casa, la idea de dicho almuerzo era ver la final del mundial de fútbol, cosa que no me animaba mucho, pero fue tanta su insistencia que prepare mi bolso deportivo como cuan futbolista y partí a este encuentro.

Al entrar al coliseo veo al entusiasta parrillero estratégicamente ubicado. Con dos botellas de vino en mano nos aprontamos para los difíciles 90 minutos que se nos venían encima, así que descorchamos la primera para hacer el precalentamiento. En eso comienzan a entrar los jugadores a la cancha. Yo siendo casi de la casa jugaba de visita porque mi contrincante una morena de 26 años jugaba astutamente de local. Era la amiga de la dueña de casa y cómplice de esta cita a ciegas. Mi buena amiga siempre se empeña en hacerme este tipo de citas que terminan siendo un tanto agotadoras. Pero esta vez no iban a fallar porque como buen director técnico la puso al tanto de mis antecedentes. Sabía tanto de mi como mi conciencia. Sentía que el encuentro no era justo porque estaba completamente en desventaja ya que mi único aliado, el parrillero estaba más atento al contenido de la botella que en auxiliarme.
Suena el pitazo inicial y la morena exuberante da su primera jugada.

-Así que tu eres Paulo, me han hablado tanto de ti.

Al ver esos labios pulposos podía presagiar el final de este encuentro poco deportivo. Vestía con unos pantalones de tela color negro y una blusa como de ejecutiva abierta hasta el tercer botón en donde se asomaba la concavidad de sus senos. El aroma cítrico de su perfume era el mismo de las flores secas de cementerio que me gusta tanto. Me da la impresión que antes de llegar paso por un velorio para impregnarse con el aroma del difunto. Estaba bien aconsejada, no muchas personas saben que me gusta en demasía el olor a cementerio. Mas bien el olor a muerte me produce cierta excitación, y esta morena con sus rizos largos como redes estaba seduciéndome sin darme cuenta.

-Te sirvo algún aperitivo- Le pregunto como para zafarme de esta marca personal y así pedirle consejos a mi DT.

- Una copa de vino tinto- Me dice la muy malvada.

Mi DT. no era mucha la información que manejaba con respecto a mi contrincante, solo que era compañera de trabajo de su novia y que me ubicaba por mi blog. cuando me dijo eso me sentí aun mas en desventaja. Mientras servia las dos copas el parrillero me hacia ejercicios de relajación. Cuando iba a paso lento en dirección a la cancha mi DT. muy animoso y ya un tanto colorado producto del vino me dice ¡Vamos, si esta rica la negrita!

Entre las típicas preguntas que haces cuando estas conociendo a alguien, la morena da su segunda mejor jugada.

- Me comentaron que practicas el buceo- Me pregunto cuando ya estábamos por terminar la primera botella de vino.

-Si, hace unos años trabaje un verano haciendo clases de buceo en la Serena- Le comente esto para sorprenderla un poco, pero el tiro me salio por la culata.

-Podrías enseñarme, me apasiona todo lo que este relacionado con el mar. Mi familia tiene una cabaña en Juan López (Balneario cerca de la ciudad) podríamos irnos un fin de semana así tendríamos tiempo para practicar.-

Definitivamente ya iba perdiendo dos a cero el partido, pero ella no contaba con la solidaridad del parrillero que dio el silbato final del primer tiempo y aviso que ya estaba lista la carne para almorzar. Pero para el mal de mis males mi amiga no halla nada mejor que sentarla a mi lado en la mesa con la excusa para que siguiéramos conociéndonos mejor. Según la dueña de casa ella era ideal para mí y molesta me dijo que ya estaba bueno de estar pensando en un milagro.

Comienza el segundo tiempo, ella se ve que esta mas relajada yo todavía con la tensión del primer tiempo. Nunca me han gustado las citas a ciegas, pero en parte tiene razón mi amiga, así que me dispongo a que esto no salga mal, por lo menos terminar en un empate seria mas digno.

Mientras seguíamos bebiendo unas copas de vino la conversación se hacia mas amena. Pero acá viene la tercera jugada de mi contrincante.

- Paulo te puedo pedir un favor, me podrías mostrar el tatuaje que tienes de tus ballenas, es que me quiero hacer uno, pero no tengo claro el diseño- Cuando termino de hablar miraba al guarda línea para ver si cobraba posición de adelanto, pero no cobra nada, así que decidí descontar para acortar las cifras. Le explico que lo tengo en mi espalda, pensando que con eso se retractaría, pero no quiso ceder ni un paso y me respondió que no importa así que me dispuse a mostrarle mis ballenas tatuadas tratando de emparejar el marcador. Galantemente le comento que me gusta el aroma de sus labios.

Termina dos a dos el partido mientras en la televisión Francia e Italia definen a penales yo tenia que desempatar el encuentro en el alargue. Mientras seguíamos bebiendo unas copas de vino su voz se me tornaba familiar, hasta su risa la reconocía, como un exorcismo mi morena de ojos tristes se había apoderado de ella, no dejaba de mirarla sin pensar en Malva.

-Por que has dejado de escribir en tu blog, leí lo último que publicaste y siento tanto lo de tus batallas, pero puedes comenzar una nueva.- Mientras me hablaba pensaba que era lo que había escrito. En eso siento que se me acerca y me besa yo me quede completamente inmóvil aluciando que esos labios eran los mi boricua, cuando me percato que no eran los de ella me retiro.

-Que pasa- Me pregunta, no esta bien le digo yo. Ella me dice que no tiene nada de malo un beso.

No sabía como explicarle así que tuve que ser muy franco – Mientras me besabas deseaba que fueras otra -.

- No importa, yo también te bese desenado que tú fueras otro.-

Después de eso me retire, sin importar como había quedado el marcador, solo quería caminar. En mi dormitorio busco su mano impresa en mi pared y le recito unos versos.

…Mejor la cama distendida que tu ausencia a mi lado…


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