Anoche fue una de esas noches de juerga, fui a visitar a un amigo que vive en pleno centro de la ciudad, en su casa estaban los de siempre, los mismos que por años se reúnen en el mismo lugar, bebiendo los mismos tragos. Algunos ya están casados, otros asisten con sus novias a estas largas tertulias nocturnas de los viernes.
Entre risas, recuerdos y unos cuantos Ron en el cuerpo fue transcurriendo la noche. Ya eran como las 5 de la madrugada cuando decidí partir rumbo a mi casa. Al salir a la calle observo detenidamente la noche, estaba fría y oscura como nunca, no transitaba nadie por ellas, era una de esas noches en calma, que dan ganas de caminar sin detenerse, pero el centro ha esta hora es una jungla, es muy peligroso andar solo. A media cuadra siento la voz de una mujer, que me aborda para pedirme fuego con la intención de encender un cigarrillo, la luz del encendedor ilumina su cara, es una mujer de facciones muy bellas, pero lamentablemente sus ojos desorbitados producto de el alcohol y las drogas opacaba su natural belleza. Al fumar su cigarrillo comenzamos a entablar una conversación, en medio de la noche, de la nada.
Como te llamas amor me dijo. –Paulo-. Le respondí con voz muy segura.
-Yo me llamo Graciela y soy Ecuatoriana-. Esa era su presentación, el currículum callejero que necesitaba para hacer su transacción en cada esquina.
-Para donde vas tan solo-. Me dijo con su acento cantadito de valsecito añejo. Me mira directamente a los ojos, le cuesta fijar su mirada y también el equilibrio.
– Y tú que haces acá a estas horas de la noche, también tan sola-
-Trabajando, yo no solo soy puta- Me dice. –También me rento para escuchar las penas-
Por unos momentos me quede pensando en lo que me había dicho, encontraba muy extraño eso de rentarse para escuchar las penas ajenas.
-La soledad es muy buen negocio para mí, no solo el sexo es lo que espera de mí un hombre, también necesita compañía, alguien que lo escuche y lo entienda sin reprochar por lo todo lo que ha hecho. Las putas no solo son putas en la vida, también cumplen un rol social, somos el despiche del mundo, como una fosa séptica que absorbe toda la mierda.
A través de la dureza de sus palabras, sabia que era una mujer que ha sufrido mucho, la vida para algunas personas se complica, no todos tenemos la ventaja de tener solo problemas normales. Esta noche ella no quería escuchar las penas ajenas, si contar las suyas.
- A los 16 años me fui de mi casa, me enamore de un hombre que después que consiguió lo suyo me voto a la calle, a mi casa ya no podía volver, así que busque refugio en las calles, en donde conocí a una mujer dos años mayor que yo y mi única gran amiga. Ella me introdujo en el negocio de la prostitucion, en un principio me iba muy bien, los hombres pagaban buen dinero por mis servicios, como era la nueva y prácticamente aun tenia cuerpo de niña, eso les excitaba y los clientes no me faltaban, después del año ya era muy conocida así que decidí irme con mi amiga, el destino me trajo hasta esta tierra, me dicen que acá una puta se puede llegar hacer rica. Cuando llegue ha Chile me fui a la ciudad de Calama, trabaje en un prostíbulo, pero me aburrió el clima, no soportaba las temperaturas bajo cero de algunas noches de invierno. Así que llegue hasta Antofagasta, acá vivo en una pensión cerca del centro. Tengo un hijo de dos años, su padre es uno de los cuantos mineros que me ofrecieron sacarme de las calles, yo cometí el error de enamorarme, pero cuando el supo que estaba embarazada se esfumo como el humo de este cigarrillo.
Al escucharla, me percate que siempre necesitamos de alguien para contar lo que nos sucede, ella se dio cuenta que los hombres que la buscan, son personas muy solas, que mas que tener un buen sexo, necesitan por algunos momentos la ilusión del calor de un hogar, y estar compartiendo la cama con la mujer amada, poder contarle sus ambiciones, penas y proyectos. Creo que por esta necesidad de comunicarnos, y de alguna forma desahogarnos hemos creado estos blog. Para mi al menos es la mejor terapia que tengo.
-Sabes que yo cobro por hora, después de tener sexo, les empiezo a hacer preguntas y de a poco me van contando su vida. Algunos han terminado llorando como niños, otros me han dado las gracias. Ahora soy yo la que esta triste y con ganas de desahogarse, disculpa que te aburra con mis tonteras, pero es que a esta hora me bajo la nostalgia. Hoy esta de cumpleaños mi madre allá en Ecuador, y como todos los años irán a verla los familiares y amigos, en la mesa habrá cosas ricas para comer, en los cuartos habrá una cama calentita para quien quiera alojar ese día. Yo hace mucho tiempo que perdí contacto con mi familia, ni saben que tienen un nieto, ni siquiera saben que aun estoy con vida. Es duro vivir en tierra extranjera, sin tener a quien acudir cuando siento pena, por suerte tengo un hijo, que es lo único lindo que ha dado la vida-.
En un momento de silencio se pone a llorar, sin poder consolarla, no sabia que decirle, mis palabras no ayudarían a calmar su pena, su miseria, ni el hambre y el frió. Se puso de pie, el maquillaje de su rostro le había manchado toda su hermosura, por culpa de las lágrimas.
- Paulo ahora soy yo la que te debo-. Me dijo aun sollozando.
Se marcho por la oscuridad de la calle, en un caminar zigzaguearte se perdió entre el frió. Cada uno tomo su destino, ella se fue a buscar un cliente y yo me iba a mi casa pensando en mi amada Malva Marina.
Este tema, habla de muchas Gracielas, que recorren las calles del mundo.
Powered by Castpost
Lo prometido es deuda, hace un tiempo dos hermosas mujeres. Alegriadequerer y Mar, me dieron a mí y a Malva la tarea de escribir 25 maneras de sentir. No puede escribir las 25 pero acá van algunas.
No dejar de pensar ni un instante en Malva Marina.
Escribir versos.
Hablar con mi Malva. Su voz siempre me sigue acompañando cuando estoy solo.
Bucear, aunque ya no lo practico con la frecuencia de antes.
Ser ornitólogo aficionado.
En las noches mirar el cielo constantemente.
Leer un buen libro cuando esta nublado.
Querer arreglar el mundo tan solo conversando.
Compartir una copa de vino con mi amigo Tulio.
Aprovechar al máximo un día soleado.
Construir, la construcción siempre me ha cautivado.
Leer sobre sistemas constructivos.
Leer libros sobre gestión de negocios.
Construir soldados con conchas de mariscos, ya tengo un ejercito.
Coleccionar hojas de árboles.
Observar como juegan mis sobrinos.
Discutir de política con mi padre.
Recorrer la ciudad caminando.